Lo primero que hay que plantearse para ser orientador  es:

¿Qué es la orientación?
¿Quién orienta? 
¿Cómo se orienta?
¿Cuándo debe orientarse?
¿Dónde se orienta?
¿Para qué se orienta?
¿Para quién se orienta?

Si no se tiene en cuenta estos aspectos la orientación no tendría sentido. Es esencial saber en cuales aspectos puede orientar un psicopedagogo y hasta donde llegan sus capacidades y su formación, para ello la persona que orienta tiene que conocerse a sí misma y saber hasta donde puede llegar. Si el orientador sabe que el usuario podría ser mejor atendido o no es un tema que le competa tendría que derivar la persona a otro profesional. 

Un orientador puede trabajar en ámbitos tan diversos como:
>Aspectos personales: vocación, autoestima, motivación, autoconocimiento: las potencialidades y las áreas de mejora

>Sociales: atención a la diversidad, reinserción social, personas en riesgo de exclusión social

>Familiar

>Económico 


>Recursos humanos: personalidad, desarrollo de las capacidades y competencias, detectar las competencias, fomentar un buen clima de trabajo, trabajo en equipo 


>Educación: orientación en los procesos de enseñanza aprendizaje, orientación para la carrera, atención a las NEE, atención a la diversidad

Una orientación puede ser realizada de manera formal o informal. De manera formal pueden realizarla profesionales como orientadores, tutores, docentes, familias, trabajadores sociales, animadores socio-culturales, médicos; mientras que de manera informal todo el mundo puede ser un agente orientador. Pero siempre hay que tener en cuenta que para ciertos casos es necesario cierto nivel de formación.


La orientación formal se caracteriza porque para realizarla se parten de bases teoricas. Es decir de los modelos y programas de orientación estos pueden tener distintas finalidades por lo que hay que analizar cuál será el más adecuado con cada caso, aun así un modelo no es una receta la cual tienes que realizar con cada usuario sino que cada persona es un caso independiente y lo que puede servir para ese caso no sirve para otro, ya que el consejo nace de la experiencia de cada persona.


La intervención orientativa debe llevarse a cabo en cualquier momento que se necesite a lo largo de toda la vida. No depende de la edad ni del momento evolutivo de la persona sino que eso solo hay que tenerlo en cuenta a la hora de realizar la orientación pero en ningún caso supone una limitación para no realizarla. 

El ámbito de aplicación depende del caso de la persona, se puede realizar en diversos contextos dependiendo de la realidad del usuario y donde se presente el problema. Pero siempre hay que tener en cuenta que el fin último de todas las orientaciones es el desarrollo integral de la personalidad de todas las personas no solo de las que presentan problemas.

0 comentarios:

Publicar un comentario